Cuando era en la escuela primaria en el primer grado mi profesora se llamaba señora McGrath. Ella tenía sesenta y seis años y sea muy amable. Ella no nos dio ni exámenes ni pruebas y siempre jugábamos juegos en clase. Había más o menos treinta estudiantes en mi clase. Todos mis compañeros eran buenos y me gustaban mucho. Cuándo tenía recreo siempre jugaba baloncesto con mi amigo David. Me divertía mucho porque era un jugador buenísimo y mi equipo siempre ganaba. Un día cuando jugaba con David algo extraño ocurrió. David empezaba a jugar más bueno que yo y perdí el partido. Inmediatamente David me burlaba de mi mala suerte. Cuando David estaba burlándome la profesora de recreo lo oyó y dio David una detención. David sentía muy triste porque...