[Footnote 1: Charles X (1757-1836) became king of France in 1824; forced to abdicate in 1830.]
[Footnote 2: ‘Must have earned him the good will of our men of 1833.’ In 1832 General Anastasio Bustamante, “a heavy, dull, rather kindly, and fairly honest aristocrat, though nominally a moderate Federalist,” who had become President of Mexico in 1830 by the revolution which displaced Don Vicente Guerrero, was driven from power by another revolution in which General Antonio Lopez de Santa Anna joined. Gomez Pedraza, the president whom Guerrero had deposed, was restored to fill out his own term; then, in 1833, Santa Anna was elected, but retired to his estate, leaving the vice-president Gomez Farias in power. He, like Gomez Pedraza, attempted reforms directed chiefly against the Church and the army, with the backing of the Federalist majority in Congress. Thereupon the rival Centralist party, made up largely of the Church and the rich proprietors, called in Santa Anna, who had been biding his time to go over to their side.]
Vino en ese ano con su familia a Mexico, hallando desde Veracruz cordial y entusiasta recibimiento; y supuesto su positivo merito y lo avanzado de sus ideas liberales, nada extrano fue verle aqui nombrado bibliotecario nacional y sindico del Ayuntamiento, ni que la administracion de Gomez Farias le hiciera miembro de la Direccion General de Instruccion Publica, en que figuraban Rodriguez Puebla, Quintana Roo[1] y algunos otros personajes, y que, como es sabido, llego a ser una especie de consejo privado en que se discutieron y resolvieron las mas graves cuestiones politicas de la epoca. El historiador Mora, Ercilla de esta nueva Araucana[2], habla de la aquiescencia de Gorostiza respecto de las medidas dictadas en materias eclesiasticas, y de la parte activa que tomo en el plan de secularizacion de la ensenanza y en la formacion de la biblioteca; pero de su animado relato de aquellos dias terribles en que se proscribian en masa los partidos[3], nada se deduce en menoscabo de los humanos sentimientos del autor de Indulgencia para Todos, ajeno a los odios y a las persecuciones personales que anublaban el horizonte, y en cuanto a sus ideas y tendencias politicas, si las ensalzara perderia yo todo derecho a vuestro aprecio.